La llave para examinar la Gaia

A la luz de la Nueva Revelación


Contenido

1. Gaia: la madre de la biosfera

2. La creación de la Gaia descrita por el Señor

3. Las siete leyes del Amor

4. La rebelión de los espíritus

5. La creación de la Gaia

6. La enseñanza de la luna

7. Las muchas vidas por las que hemos pasado

8. La enseñanza de los polos de Gaia

9. El corazón y los polos de Gaia


1. Gaia: la madre de la biosfera

Nuestro planeta y su biosfera pueden considerarse como un ser vivo, ya que la biosfera (la totalidad de todos los organismos) crea y mantiene condiciones que no solo permiten la vida sino también la evolución de organismos más complejos.

La superficie de la Tierra forma un sistema dinámico que estabiliza toda la biosfera. Esta hipótesis presupone una cierta definición de la vida, según la cual los seres vivos se caracterizan en particular por su capacidad de organizarse.

En 1969, el investigador británico James Lovelock presentó al mundo su visión de la Gaia, que afirmaba que el planeta es un ser vivo creador de su propio hábitat. Esta visión no encontró eco en la comunidad científica porque contradecía las hipótesis de Darwin que es el dogma imperante actualmente y difundido por muchas personalidades del mundo.

Lovelock fue llamado por la NASA en 1965 para participar en el primer intento de descubrir la posible existencia de vida en Marte. Participó como asesor de un equipo cuyo objetivo principal era la búsqueda de métodos y sistemas que permitieran la detección de vida en Marte y en otros planetas. Uno de los problemas a resolver sería el encontrar los criterios que deberían seguirse para lograr detectar cualquier tipo de vida.

A Lovelock le llamó la atención las radicales diferencias que existían entre la Tierra y los dos planetas más próximos, fue la singularidad de las condiciones de la Tierra lo que le llevó a formular su visión denominada Gaia.​

Lovelock estaba trabajando en ella cuando se lo comentó al escritor William Golding, siendo este quien le sugirió que la denominase “Gaia”, diosa griega de la Tierra (Gaia, Gea o Gaya).

(Fuente: Wikipedia)

2. La creación de la Gaia descrita por el Señor

En el capítulo 5 de la obra El Gobierno de Dios, tomo 1, el Señor, por su inmenso Amor que nos tiene, nos revela un gran secreto de la Creación:

"Porque Mis hijos tienen que estar al corriente del gran Gobierno de su Padre desde la eternidad." (gobd1.5.1)

El Señor nos explica que la Fuerza de la divinidad penetra desde la eternidad todo el infinito. Pero en el centro estaba el Amor que es la Vida misma. La divinidad de Dios presionó tanto al centro que se generó un calor hasta hacer temblar al Amor y se generó un bramido que se convirtió en Palabra que dijo: “¡Hágase la Luz!”. Aquí se inició la llama del Amor que irradió la Luz hacia todos los espacios de la infinitud. Y de la Luz surgió el Calor.

A través de esta Luz el Amor vio sus propios Pensamientos en la Divinidad, lo que le causó una gran alegría. (gobd1.5.5)

El Amor dijo a la Divinidad:

“¡Consolidemos los Pensamientos acerca de la Magnificencia y proyectémolos fuera de nosotros para que se vuelvan libres y para que nos puedan percibir y ver como nosotros los vemos y percibimos, y como los vimos y percibimos aún antes de que la Luz iluminara sus formas!”. (gobd1.5.6)

Después de pronunciar “¡Hágase!” se creó un gran ejército de Espíritus afuera de Dios –– un número sin fin... y el Amor se vio infinitamente multiplicado y vio su hermosura infinita. (gobd1.5.7)

3. Las siete leyes del Amor

Entonces Dios pronunció las siete leyes de la vida:

• Amad al Amor.

• Temed a la Divinidad que mata –– para que no se apodere de vosotros.

• El Amor en vosotros es santo. Por esto respetaos mútuamente, como también el Amor en la Divinidad os respeta y se alegra.

• Cada uno es propietario de sí mismo y es propiedad del Amor de Dios; por eso, que nadie se vuelva presa del otro.

• Que nadie cubra su semblante ante el otro con la intención que este no sepa cómo es el Amor... porque debéis ser como el Amor que os dio la existencia.

• Que vuestro interior sea a la vez vuestro exterior, para que no se os introduzcan conceptos que puedan causar vuestra perdición.

• Vuestro exterior debe ser el retrato fiel de vuestro espejo interior en el que se contempla el Amor de la Divinidad. De lo contrario el espejo interior se estropeará y vuestro aspecto se volverá horrible...

(gobd1.5.12)

4. La rebelión de los espíritus

Como cada espíritu creado fue puesto en total libertad, podía suceder dos cosas: que decida seguir las leyes o no.

Sucedió que el mayor de los tres espíritus que fueron creados, correspondiente a la Luz de la Divinidad, se encendió en su avidez de apoderarse del todo lo de la Divinidad, y también se encendieron una gran parte de los Espíritus que habían surgido de él. (gobd1.5.14)

Pero la Divinidad los arrojó a la profundidad más profunda.

Los que decidieron ser fieles en su humildad fueron recibidos en los ámbitos del Poder de Dios.

Pero el Amor de Dios sintió pena por los caídos. La divinidad excitada en Su Ira produjo un estruendo que solo el Amor comprendió:

“¡Todo el Poder te sea sumiso a Ti, Mi Amor, de modo que haz conforme desees! Pronuncia el ‘¡Hágase!’ y se hará...”. (gobd1.5.21)

El Amor estaba conmovido hasta en Su interior más profundo, y se formó la primera lágrima en el Ojo del eterno Amor –– una lágrima que emanó del Corazón de la Divinidad y que se llama, se llamó y siempre se llamará Misericordia... (gobd1.5.22)

5. La creación de la Gaia

A través de esta lágrima se creo todo el universo material, incluido nuestro planeta.

La última gota que quedó y que era la más interior de todas las aguas fue la Misericordia más profunda, destinada a ser el centro del escenario de la Obra más sublime de todas obras del eterno Amor. (gobd1.5.25)

Dice el Señor:

"De esta última gota fue creada la Tierra que tú habitas, y de las demás gotas han sido creado Soles, Tierras y Lunas en un número sin fin. Ya ves: Así surgió el cielo visible con todas sus estrellas, el Sol, la Luna y la Tierra como tú los ves". (gobd1.5.26)

Nos explica los tres reinos de la naturaleza de la Tierra y la luz de todos los astros con tanto amor con las siguientes Palabras:

"Ves, Mis hijos tienen que estar iniciados en todas las bonitas cosas que Yo, su Padre santo, tiene para regalar a todos aquellos que Me reconocen y que Me aman sobre todo, y que por amor a su Padre también se aman mutuamente". (gobd1.5.28)

"Y el eterno Amor colocó una pequeña Chispa de su Gracia en el centro de los Soles haciendo que todas esas masas oscuras brillasen y dieran luz a las Tierras. (gobd1.5.29)

"Y ves, así las Tierras y Lunas obtuvieron su brillo y fueron repartidos entre los Soles en cantidad justa." (gobd1.5.30)

6. La enseñanza de la luna

Nuestra Luna, como todas las lunas del universo, gira en orbita alrededor de su planeta correspondiente, pero manteniendo su rostro mirando constantemente hacia su Madre Gaia. Este es un modelo de cómo todo hijo debe mirar constantemente el semblante de su Padre Celestial. (gobd1.5.30)

Dice el Señor:

"Te digo que las Lunas no son sólidas sino son de materia muy suelta, parecida a la espuma de vuestros mares cuando está seca. La finalidad de las Lunas es la de dar acogida a los espíritus de la materia (los que tienen una orientación totalmente material) y de poner a prueba su consistencia, y para prepararlos para el recibimiento de la Gracia." (gobd1.5.31)

"Pero en la solidez de las Tierras se manifiesta la parte moderada de la ira de la Divinidad –– moderada por la Misericordia; es necesaria para mantener férreamente encerrados a los espíritus errantes hasta cuando llegue la hora cuando, uno por uno, puedan ser trasladados a una materia más fina pero todavía suficientemente sólida para ellos. De allí, en su momento oportuno, los liberará el eterno Amor..."

"Que sepas que los mares están repletos de ellos... para que allí se humillen... y el aire está repleto de ellos... para que se purifiquen..."

"En todas partes el eterno Amor se manifiesta por la forma; pero la ira de la Divinidad moderada se encuentra únicamente en la Tierra... Aunque en la Tierra esté amortiguada, no es ni mucho menos extinguida..." (gobd1.5.32)

"Recuérdalo sobre todo: En el centro del Sol mora la Chispa de la Gracia que, tras el fuego de la ira de la Divinidad, da al mundo la Luz. Pero en el centro de la Tierra se encuentra una Chispa de la ira de Dios que, parecido a un dragón ignívomo, mantiene a las cuadrillas malvadas como petrificadas –– en piedras que únicamente pueden ser ablandecidas por el agua de la Misericordia... cuando en el plan de una segunda prueba de libertad para alcanzar la Vida eterna un alma sea encarnada en la Tierra..." (gobd1.5.33)

7. Las muchas vidas por las que hemos pasado

El Señor nos revela el largo camino que nuestras almas han tenido que recorrer hasta llegar al punto de nacer como seres humanos sobre la Gaia:

"Ahora, hijo Mío, percibe el secreto de tu naturaleza y asómbrate del gran Amor de los Poderes eternos: ¡Cuántas veces ya el Amor hizo que nacieras de nuevo para recuperarte para la Vida eterna, para la libertad, la Ley, el Amor y la Luz, y para que puedas volver a ver el semblante del Amor! Ves, ¡ya estuviste perdido!"

"Ves, todo esto te lo quiero revelar y con tu ayuda también a muchos otros para que, de una vez, reconozcáis la suma Bondad del Amor que a vosotros, que sois unos desobedientes, continuamente os colma de tantos bienes... ¡Y lo que el Amor tiene que aguantar de vosotros!..."

"De modo que así, por medio de un hálito del Amor, fue determinado el movimiento de las Tierras alrededor de sus Soles, en señal de que los hijos organicen sus actividades conforme el movimiento de las Tierras alrededor de sus Soles y de las Lunas alrededor de sus Tierras... y que los débiles sean como las Lunas, los fuertes como la Tierra, y los renacidos espiritualmente como el Sol." (gobd1.5.34)

"Que los débiles vean la Fuerza del Amor que nunca los abandonará si, igual que las Lunas, constantemente se orientan hacia el semblante del Amor y lo circundan en sus pequeños círculos –– y además de estos pequeños círculos, simultáneamente, la Fuerza del Amor también los lleva por el gran trayecto que la Tierra describe alrededor del Sol..."

"Que los fuertes sean como la Tierra que, tras su propia rotación, continuamente se mantiene preparada para la recepción de la Luz y del Calor irradiados por la Gracia del Amor que ilumina y calienta por la Fuerza inherente del Amor... para que la Luz y el Calor produzcan toda clase de frutos de las obras del Amor, y los débiles puedan saciarse con ellos..."

"Y que los renacidos espiritualmente de las aguas del Amor misericordioso que están en la Gracia perfecta sean como el Sol, y que su luz brille por todas partes y su calor reanime a los débiles y anime a los fuertes para que estos alimenten a los débiles, y formen una comunidad entre los hijos del mismo Padre."

8. La enseñanza de los polos de Gaia

Dice el Señor:

"Para que veas aún mejor por qué he preparado todo de esta manera..."

"Observa: La Luna tiene muchas manchas oscuras, y la Tierra tiene polos fríos pero fijos; tiene montañas altas y valles profundos, tiene fuentes, ríos y mares pequeños y grandes. También el Sol tiene manchas, pequeñas y grandes. Y mira, todo esto son efectos surtidos por el Amor y la Gracia, o sea, del Calor y de la Luz correspondientes –– todo son manifestaciones del eterno Amor y del Poder de la Divinidad."

"Por esto compara a los débiles con la Luna: ¡cómo se parecen! Y la naturaleza de la Luna te será manifiesta... "

El sosiego

"Ahora observa a los fuertes en todo lo que hacen, y verás la Tierra manifiesta delante de ti... Desde un polo al otro tiene que haber un sosiego preciso del espíritu dentro del amor al Amor, para que todo lo que envuelve al espíritu pueda actuar dentro de un orden preciso y de esta manera ser activo para el objetivo común: la conservación eterna." (gobd1.5.35)

Dice un dicho: "Estoy tan acelerado que voy a 100 km por hora"

La velocidad de rotación de La Tierra es de 1670 km/h en el ecuador, disminuyendo este valor conforme nos acercamos a los polos (donde el valor es nulo)

"Porque ves, todo depende del sosiego; y sin él no se consigue nada. Y quien no es como los polos de la Tierra, él no penetra su interior profundo como la línea recta entre los polos penetra el centro de la Tierra. Y vuestro amor tiene que ser frío como el hielo de los polos, para que seáis aptos para absorber todo el Calor del Amor divino. Porque mira, todo lo que es caliente no se presta bien para recibir el Calor; pero aquello que dentro de su sosiego está frío, es capaz de admitir el Calor y conducirlo a todas partes del ámbito de la Vida."

"Pero aquel que recibe el Calor que es el Amor de Dios y lo acumula, él es un avaro y se disolverá como el hielo cerca del fuego. Sólo aquel que recibe el Calor como los polos y lo conduce inmediatamente a todos los que estén en su ámbito cercano y lejano, con él el Amor divino está en buen lugar y corresponde perfectamente a la Voluntad del gran y santo Dador."

"Este amor producirá mucho fruto y se alzará a la Luz de la Gracia, y divisará continuamente las profundidades insondables de la Divinidad –– igual que los polos de la Tierra que continuamente miran hacia los espacios infinitos de las Creaciones del Amor de Dios, y que con su visión sutil absorben ansiosamente las radiaciones suaves de los espacios en los que hay una infinitud de seres de la Misericordia que en ellos toman su curso, cada uno conforme a su especie... Los polos que en su amor para con Amor absorben estas radiaciones, se encienden por encanto y delicias y producen luz, semejante a un Sol y a la aurora boreal."

"Por esto, aquel que siempre se mantiene dentro del justo medio del amor al conocimiento, él se encenderá por amor a Dios como el ecuador de la Tierra, y sus ojos relumbrarán por la comprensión como los polos; sus brazos estarán continuamente en función como las fuentes y los ríos, y sus actividades tomarán rumbo a los mares de la Misericordia divina que están condimentados con la Gracia y los conocimientos del eterno Amor y de la Vida eterna." (gobd1.5.37)

"He aquí la llave para examinar la Tierra que os porta..." (gobd1.5.38)

9. El corazón y los polos de Gaia

Ana María Badell, esposa del finado arquitecto español, Miguel Fiscac, hizo un resumen de obra "La Tierra y la Luna" dictada a Jakob Lober:

El centro geométrico de la Tierra siempre puede ubicarse en el mismo sitio. Sin embargo, el punto de gravedad o corazón muda constantemente.

Este centro vital existe en todos los cuerpos y se puede localizar muy bien en los árboles y en las plantas.

Si analizamos el crecimiento de un árbol vemos que, a veces, ocurre que las ramas de un lado o del otro son más fértiles: dan más frutos en el Norte que en el Sur y al otro año ocurre lo contrario.

Este fenómeno se origina por la ubicación, cada vez distinta, del centro vital, es decir, de la polaridad positiva que es la activa.

En el año 1846, cuando Jakob Lorber recibió esta comunicación, se consideraba que el corazón de la Tierra se encontraba en una zona debajo de Islandia y parte de Noruega, Suecia y Finlandia, extendiendo sus latidos hacia Kamchatka (península montañosa de Siberia entre los mares de Bering y de Ojotsk).

Para que se comprenda bien, observemos que la función vital del corazón de un árbol es que todas las bombas con sus válvulas sean como los puntos especiales de gravedad mediante los cuales el principio vital es distribuido por todo el árbol. Los vasos capilares ascienden a lo largo del tronco.

Esto mismo ocurre también en la Tierra: Los humores asimilados como simple sustancia por el corazón son cuidadosamente seleccionados por unos especialísimos químicos (espíritus elegidos por Dios) y conducidos hasta los correspondientes canales conductores. Todo ello se da en la medida exacta sin excederse ni en una gota.

Podemos preguntarnos de qué se compone la sustancia, si se trata de gas carbónico o de oxígeno. Pero cuando se habla de sustancia no hay nada de materia. Lo mismo ocurre con la composición del alma, que es sólo sustancia.

La Tierra tiene una boca para poder alimentarse y mantenerse.

Los animales poseen boca con sus órganos de succión y masticación unos, y trompas de succión otros. Los órganos de succión absorben líquidos para conducirlos a los órganos digestivos y los de masticación trituran los alimentos mediante la acción muscular, facilitando así el trabajo de la digestión. En cuanto a las plantas, sus raíces son, en casi todas ellas, como bombas de succión.

Cada cuerpo planetario, lo mismo que la Tierra, posee una gran cantidad de puntos adecuados de succión sobre la piel para absorber la electricidad del éter.

La Tierra tiene una boca por la cual se alimenta y un ano para la evacuación correspondiente:

El Polo Norte es la boca y el Polo Sur es el ano.

El diámetro de la boca mide entre 150 y 225 kilómetros y va disminuyendo, como si fuera un embudo, hasta casi un kilómetro, anchura en la que continúa casi en línea recta hasta el estómago.

Las paredes de la garganta son muy ásperas y tienen trechos largos llenos de pinchos como los de un erizo.

El estómago de la Tierra se encuentra justo debajo del corazón. Viene a ser como un hueco con una sección de unos 550 kilómetros cuadrados, dividido por columnas muy fuertes, neumáticas, para poder soportar el peso del exterior.

Desde el estómago sale un canal, en forma de tornillo, que atraviesa el cuerpo telúrico para desembocar en el Polo Sur. Y cuanto más cerca está de la salida más consistente se vuelve.

Tanto del estómago como del canal de evacuación salen innumerables vasos de nutrición para alimentar el interior de la Tierra.

El alimento principal que entra por la boca de la Tierra en el Polo Norte está compuesto de una neblina muy densa y muy fría, llena de incontables descargas eléctricas semejantes a estrellas fugaces, cristales de nieve, y también de carámbanos de un tamaño hasta de varios metros que continuamente se están acumulando en el borde del Polo.

Este alimento es absorbido por la boca magnética del Polo Norte de la Tierra y conducido hasta el estómago. Ahí es depositado entre las columnas y cuando todo el hueco está lleno, el calor del corazón provoca un movimiento vibratorio de dilatación y de contracción.

De esta manera el alimento es triturado, con lo que se produce un material eléctricamente positivo que, en el estómago, descompone las partes nutritivas del agua y las lleva a los diversos canales de alimentación.

Al mismo tiempo se produce una corriente de electricidad negativa que barre los restos no digeridos del estómago, expulsándolos con fuerza por el canal de evacuación que tiene forma de hélice.

El Polo Norte es más compacto que el Polo Sur.

Por el Polo Sur sale todo el detritus. Y aunque este detritus sea de sustancia etérea, al ser expulsado y chocar contra el éter con esa potente rapidez, se produce la rotación de la Tierra, debida también a la forma helicoidal del canal de evacuación.